Das Zweite Spanische Lesebuch (Spanische Lesebücher)
del staff del hotel: "¿Dónde puedo comprar una tarjeta SIM para el proveedor de servicios telefónicos local?" pregunta.
"Salga del hotel y gire a la izquierda. Camine hasta el cruce y vuelva a girar a la izquierda. Hay una tienda que se llama exactamente Tarjeta SIM," responde el miembro del staff.
Paul va a la tienda, y Lisa sube a la habitación del hotel. Quince minutos más tarde, Paul regresa al hotel y sube a la habitación. Sobre la mesa hay una nota: "Estoy en la ducha. Saldré enseguida."
Paul sonríe y camina hasta la silla. El vestido de Lisa está encima de la silla. Retira el vestido y se sienta. Paul oye el sonido del agua y música en el cuarto de baño. Huele el vestido. Su cabeza empieza a dar vueltas.
"Es todo tan repentino," piensa Paul. "Hace una semana ni siquiera conocía a Lisa. Y ahora estoy con ella en este país exótico." Sale a la terraza. Por todas partes hay árboles verdes y flores. Muy por debajo está el mar azul. Paul se siente eufórico con el olor del mar. Diez minutos más tarde regresa a la habitación y va a la puerta del cuarto de baño. Llama a la puerta: "Lisa, ¿le falta mucho?" pregunta. No hay respuesta. "¿Está usted bien?" pregunta, y vuelve a llamar.
A continuación llama una vez más, fuerte. No hay respuesta. Intenta abrir la puerta, pero está cerrada. Llama al staff del hotel y les pide que vayan a su habitación urgentemente. Un minuto más tarde, los miembros del staff entran y abren la puerta. No hay nadie en el cuarto de baño. Paul mira al staff. Los miembros del staff miran a Paul. Paul busca sus cosas y las de Lisa. Su bolsa de deportes está en el suelo. El equipaje de Lisa ha desaparecido. Solamente su vestido está sobre la silla. Paul ve que los miembros del staff están intentando ocultar sus sonrisas.
Sale del hotel y entra en un bar al otro lado de la calle. Se sienta, bebe agua mineral y empieza a reflexionar. Un hombre está sentado a su lado y pone su mano sobre la barra. Paul mira la mano y ve un tatuaje que dice: "¡No hay tiempo que perder!" Paul levanta la vista y ve al ladrón de muebles.
"Hola," dice el ladrón.
"Oh, el super-ladrón... ¿Cómo está? " pregunta Paul, mirándolo con sorpresa.
"Me llamo Peter Ashur. Escuche. Usted es un buen tipo. Quiero ayudarle. No se preocupe por Lisa. Está viajando en bus a otra ciudad," dice.
"¿Así que ustedes dos trabajan juntos?" sonríe el detective poco amablemente.
"Está llevando las maletas a John Vega, que la está esperando en un hotel," continúa rápidamente el ladrón, sin prestar atención a las palabras de Paul. "Ella piensa que hay dinero en las maletas. No sé cuánto. Pero, de hecho, el dinero está en estas maletas," el ladrón señala con la mano hacia abajo. Paul mira y ve las maletas de Lisa. El ladrón rápidamente continúa: "Soborné a los cargadores del aeropuerto e intercambiaron las maletas. Ella tiene exactamente las mismas maletas, pero contienen papeles en lugar de dinero," sonríe Ashur.
"A veces actúa razonablemente," dice el detective sorprendido, "¿Ahora probablemente desea vivir aquí como millonario?" añade.
"Eso no es importante ahora mismo. ¿Puede ayudarme?" pregunta Peter Ashur.
"¿Quiere que vuelva a ayudarle a cargar muebles?" pregunta Rost.
"Mi padre está en la prisión Hal Hut. No está lejos de aquí. Es un anciano. No quiere morir en la cárcel. Pero se quedará allí el resto de sus días si no le ayudo," dice Ashur.
"¿Por qué está en prisión? ¿También le gusta el olor de los muebles de otras personas?" pregunta Paul.
"Mi padre no hizo nada malo. Lo condenaron a veinte años de cárcel y solamente envió mensajes con chistes sobre los gobernantes del país," dice Peter Ashur.
"Debería haber adivinado que procede de una familia brillante. ¿Cómo quiere que le ayude?" pregunta Paul Rost.
"Tengo que encontrar un buen piloto de aviones. Debo sacar a mi padre de este país," dice Ashur.
"¿A dónde quiere llevar a su padre?" pregunta Paul.
"Quiero llevarme no solo a mi padre sino también a otras pocas personas al norte de África esta noche. Puedo manejar un avión, pero por allí hay batallas y yo no tengo experiencia militar. Pero usted es un antiguo piloto militar y puede hacer el trabajo. Le pagaré dos cientos mil dólares. ¿Qué dice?” ofrece Ashur.
"¿Tengo que llevar un avión al norte de África? ¿Cree que soy tan idiota como usted?" protesta Paul.
"Sí," dice el hombre, y toma un sorbo de agua, "Soborné al
Weitere Kostenlose Bücher