Das Zweite Spanische Lesebuch (Spanische Lesebücher)
die
94. rotar - rotieren
95. sangre - Blut, das
96. segundo - Sekunde, die
97. señal - Signal, das
98. sentir - fühlen
99. silencio - Stille, die
100. solamente - nur
101. su - sein, seine
102. sudor - Schweiß, der
103. sueño - Traum, der
104. también - auch
105. tarea - Aufgabe, die
106. telaraña - Spinnennetz, das
107. tercero - dritte, dritter, drittes
108. todas partes - überall
109. todavía - immer noch
110. tres - drei
111. uno - ein, eine
112. velocidad - Geschwindigkeit, die
113. verticalmente - vertikal
114. vibrar - vibrieren
115. vuelo en picado – Sturzflug, der
116. y - und
Una N oche M ás
El cielo es azul. Hay cielo por todas partes. Paul Rost está en un avión de combate. Está solo. Mira a derecha e izquierda. Hay cielo por todas partes. Hay algunas nubes por debajo y algunas estrellas por encima. El avión vibra un poquito. Casi hay silencio dentro del avión. Todo el ruido se queda atrás. Unos pocos minutos de silencio entre las estrellas y las nubes. Su aeródromo está lejos. Está muy lejos. Paul está a una altitud de treinta mil pies sobre el suelo. Él patrulla el cielo. Es una tarea sencilla si no hay aviones enemigos. Paul Rost oye una señal. El radar muestra un avión extraño. El silencio se acaba. Paul vuela hacia abajo para encontrarse con el enemigo. El radar muestra un segundo avión, después un tercero, luego un cuarto. Debe ir. Paul baja en espiral hacia el suelo. Los enemigos bajan en espiral también. Empiezan a atacar. Él no puede huir. La lucha comienza. Los enemigos coordinan mal sus acciones, así que Paul también empieza a atacar. Paul ve que los proyectiles están volando cerca. Va a la derecha y ve un avión delante de él. Paul lanza un misil e inmediatamente asciende. Ve el humo de la explosión por debajo, detrás de él. Este está listo. Vuela hacia arriba casi en vertical. Pero ¿qué es eso? Un avión enemigo también vuela hacia arriba en vertical a su lado. El piloto está mirando a Paul. Está muy cerca. El piloto lleva su avión estupendamente. Es un verdadero as. Se miran a los ojos. El tiempo casi se detiene. Paul comprende que el piloto quiere matarlo. Lo ve en su cara. Los aviones vuelan juntos hasta una altura de veinte mil metros. ¿Dónde están los otros enemigos? Mira en el radar. En ese momento siente un golpe. El avión ha desaparecido. Se cae. Paul ve su avión ardiendo y cayendo. La catapulta lo echó del avión. Se cae. No puede abrir el paracaídas. Está demasiado alto. El paracaídas solo se puede abrir a una altura de seis mil metros o menos. La alta velocidad empieza a rotarlo. Es muy peligroso. Puede perder la consciencia. Intenta detener la rotación, pero no puede hacerlo. Debido a la rápida rotación la sangre se le sube a la cabeza. En sus ojos lo ve todo rojo. La altura es de doce mil metros. Abre el paracaídas. El paracaídas lo envuelve. Él cae y rota. El cielo—las nubes, las nubes—el cielo, el cielo—las nubes... Rasga el paracaídas con las manos y… se sienta en la cama. El sudor corre por su cara. Mira sus manos, después al suelo de la habitación. Debe levantarse. Se levanta y camina hacia la ventana. La pesadilla se va lentamente...
Paul Rost sale al porche. Hay algunas estrellas y la luna en el negro cielo. Hay silencio en el jardín. Paul enciende un cigarillo y se sienta en el porche. Algunas telarañas cuelgan de los árboles hasta el suelo. Varias gotas de agua en las telarañas destellean a la luz de la luna. ¿Está durmiendo todavía? Paul se pasa la mano por la cara. A continuación abre los ojos de nuevo. Es la realidad. Varias telarañas y gotas están destelleando a la luz de la luna. Es muy agradable. Pero ese horror, tres minutos atrás también era casi realidad. Un coche de policía pasa por delante de la casa. El policía ve a Paul en el jardín. El coche se detiene. El policía sale del coche, se acerca y se sienta junto a Paul. No dice nada. También enciende un cigarillo. Se sientan y contemplan el cielo. El cielo empieza a volverse rosa.
"¿Los sueños vuelven a no dejarte dormir?" pregunta el policía.
"Sí, un poquito,” responde Paul, "¿Cómo están Anna y los niños?" pregunta.
"Están bien. Vente mañana y compruébalo tú mismo. Quiero decir hoy. Anna hará una pizza de gallineta," dice el
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