Das Zweite Spanische Lesebuch (Spanische Lesebücher)
heraus.
„Was ist das? Sieh’ dir das an! Im Tisch sind Brot, Socken, ein Teller und eine Zeitung. Das ist der größte Stinker der Welt! Er ist ein wirklicher Stinker!“, ruft der Mann nervös. Paul wirft den Tisch hinunter, springt auf den Mann zu und fällt mit ihm zu Boden.
„Halt’ den Mund!“, ruft er. „Halt den Mund! Widerlicher Dieb!“ Paul ist sehr nervös: „Du bist der Stinker! Du bist selbst der Stinker!“
Paul Rost legt dem Dieb Handschellen an und sagt: „Das ist mein Haus! Und das ist mein Lehnstuhl! Und das ist mein Tisch und mein Teller! Du widerlicher stinkender Dieb! Keine Zeit zu verlieren? Wirklich?“
Der Mann liegt am Boden. Er versucht zu verstehen, was gerade passiert.
„Also das ist dein Haus? Das ist unglaublich...“, der Mann versteht es endlich. Er sieht den Detektiv an. Dann beginnt er zu lachen.
„Also du bist der Stinker? Das sind deine Dinge?“, er lacht.
„Ja, du widerlicher stinkender Dieb! Du hast keine Zeit zu verlieren? Jetzt geht’s auf die Polizeiwache!“, ruft Paul nervös.
„Ich werde Ihnen alles erzählen!“, ruft der Mann. „Von den Socken und dem Brot, und von dem stinkenden alten Lehnstuhl. Und... und von den Pornozeitschriften unter dem Bett!“
„Was? Was?!“, der Detektiv richtet eine Pistole auf den Mann. „Wovon sprichst du?“
„Lass’ mich gehen. Ich bin ein kleiner Mann und ich habe viele Probleme. Lass’ mich einfach gehen und ich werde nichts davon erzählen“, sagt der Mann.
„Welche Pornozeitschriften?“, sagt der Detektiv nervös.
„Wenn du mich nicht gehen lässt, werde ich es erzählen. Ich werde alles erzählen, das ich gesehen habe... und... alles, das ich nicht gesehen habe! Bitte, lass’ mich gehen“, bat der Mann.
Paul denkt kurz nach. Er legt die Pistole weg. Er nimmt dem Mann die Handschellen ab und sagt: „Wenn ich dich noch einmal sehe, werde ich auf dich schießen!“
Der Mann steht vom Boden auf und rennt weg. Paul Rost geht zurück in sein Haus und setzt sich auf die Couch. Er sieht sich um. Er riecht. „Ja, wahrscheinlich stinkt es“, denkt er. Er lebt alleine. Warum? Das kann er nicht beantworten. Niemand kann diese Frage beantworten.
Repaso de Nuevo Vocabulario
1
- ¿Hoy es viernes o jueves?
- Hoy es viernes.
- ¿Está cálido fuera?
- Hoy está cálido y hace sol fuera.
2
- ¿Estás enfermo?
- No, estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?
- Hay una pastilla encima de la mesa.
- ¿Quieres esta pastilla?
- No, gracias.
3
- ¿Tienes revistas pornográficas?
- No tengo ninguna revista pornográfica. ¿Y tú?
- Yo tampoco tengo ninguna revista pornográfica. No me gustan las revistas pornográficas.
- A mí tampoco me gustan.
4
- ¿Por qué estás nervioso?
- No estoy nervioso. ¿Por qué lo preguntas?
- Pusiste calcetines en un cajón, junto al pan.
5
- ¿Tienes un hermano?
- Tengo dos hermanos y una hermana.
- ¿Vive tu hermana en esta casa?
- No, no vive. Ella vive lejos, en otra ciudad.
- ¿Y dónde viven tus hermanos?
- Mis hermanos viven conmigo.
6
- ¿Qué son esas cosas que están en el sofá?
- Son mis cosas.
- ¿Quieres que te ayude a cargar tus cosas en el coche?
- Sí, por favor.
7
- ¡Mira mi tatuaje!
- No me gusta tu tatuaje.
- Pues a mí me gusta. Es el tatuaje más bonito del mundo.
8
- El aire aquí apesta. Huélelo.
- Sí. El aire aquí es muy apestoso.
- Ahí hay un montón de coches y autobuses viejos. Así que el aire es asqueroso.
- Sí. Todo lo que está alrededor huele. Es un lugar muy apestoso.
9
- ¿Es este su periódico, joven?
- Sí, lo es. ¿Por qué lo pregunta?
- Quiero mirarlo. ¿Puedo?
- ¡Por supuesto que no! ¿Tal vez también le gustaría mirar una revista pornográfica?
10
- Sentémonos en el sofá.
- De acuerdo. Por fin podemos sentarnos .
- ¡Mira debajo de la mesa! Hay alguien acostado allí.
- Es mi compañero. Está intentando esconderse de la policía.
- ¿Por qué? ¿Cometió un crimen ?
- Sí, lo ha cometido. Ha cometido un crimen.
- ¿Qué crimen cometió?
- Mi compañero robó el Banco Imperial.
- ¿Robó el banco?
- Exactamente.
- Vamos a esposarlo.
- De acuerdo.
11
- Quiero tener un puesto de cajero en el banco.
- Puede haber una vacante para cajero en el Banco Imperial.
- He estado intentando tener exactamente ese puesto todo el mes.
- El director del Banco Imperial es mi hermano. Si quieres, te dirigiré a él.
- Sí, por favor dirígeme a él.
12
- Mira. ¿Está tu compañero
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